Humano
A veces me pregunto lo que soy.
Escuchare decirme a mí mismo que solo soy un humano, pero lo cierto, es que soy
un ser idiota y solo ese hecho me deforma como 'ser'.
Siempre cometió los mismos
errores, nunca pensó en el mañana y es por eso que ahora él sufre. Pero ¿por
que sufre realmente? Podrían decir que solo es cuestiones de amor, pero la
verdad, él cree en la desdicha y en la desigualdad. El mundo nunca ha sido justo
y tampoco lo será con él ni con sus iguales, por eso no cree en el equilibrio.
—Hey chico, ven con nosotros.
—No gracias.
—Como quieras.
El mundo jamás vino en colores,
tampoco en bandos, pero es algo que casi nadie entiende. Y por eso se dividirán
naciones, morirán sueños y se perderá la verdadera ‘utilidad’ del ser humano.
—Oye pásala.
Es algo a lo cual tampoco él
atiende, probablemente ese sea el mayor problema de todos, su falta de
consistencia.
—¿No será conciencia maestra?
El punto más álgido de todo, él
ignora signos tan repentinos, y es por eso que sufre de ‘esos’ dolores de
cabeza. Su mente aun inconsciente le reclama lo que realmente quiere, pero él
lo ignora, somos sordos expertos ante el deseo propio.
—Que día tan aburrido.
Y tocamos la mayor incoherencia
y es su soledad, vive encerrado luchando contra una pared invisible, impropias
del ser humano, pero tan comunes en sus vidas, todas ellas están presentes en
el pasado y en el presente, y lo más probable vivan inamovibles en el futuro.
—¿Entonces qué propones abuelo?
Nada y por eso nada cambiara,
porque nadie aprende a ser ‘fuerte’. Él sabe que jamás ha sido ‘fuerte’ y es
entonces el por qué convive con la misma pregunta todos los días: ‘¿Realmente
soy un ser humano o un ser vació?’
—Buenas noches mamá.
Etiquetas: Relatos
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