Mi nombre es.
Un día nuevo, una meta nueva.
Me
levanto tranquilamente como todas las mañanas (tardes), aunque muchas veces ( por no decir
siempre) es una pelea incansable con un enemigo muy agotador...Sí, todos lo
conocemos muy bien...la almohada.Aunque
hoy inusualmente me he levantado exageradamente temprano, un sueño perturbador
me acobijo con extrañas sensaciones...curiosos "Sentimientos".
Abrí
las persianas, el sol del medio día me alentaba, hoy es el día me repetí en voz
alta. Me dirigí al baño a realizar las acostumbradas costumbres de higiene
personal, tratando de recordar (mirando el espejo), recordar aquella situación
(cepillando los dientes), aquellas palabras (enjuagando), pero solo un dolor ensordecedor
martillo mi cabeza.
Se
preguntaran quien soy, digamos, que solo soy un hombre en busca de sentido
(empleo) en la vida, he cometido muchos errores, es bastante sencillo cometerlos...pero
muy renuentes a ser solucionados. He por ello toda mi vida de costumbres
suceden en la maravillosa (mentira) ciudad de Caracas.
Suspire, hoy el día esta frio, vaya
curiosidad, debe ser un mal augurio.
Ya
en las calles observo el panorama. El humo de los carros, las quejas de los "habitantes",
fenómenos musicales y de la moda. Estos pequeños atributos, solo me hacen
despertar, me dicen realmente que "estoy en casa", no me malentiendan,
a pesar de los intentos de robo constantes (si, lo dije bien "intentos")
y los embotellamientos nocturnos, es agradable la brisa del amanecer, la
femenina luna con sus encantos y los bombillos de cada uno de los hogares que
puedo divisar por la ventana, son cosas que no tienen precio (para mí).
Se
preguntaran el porqué de todo este dialogo hacia un público invisible,
habitantes de mi mente, pero hoy, tenía que dar la introducción, de mi pequeña
historia.
-Mi nombre es...
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